Prueba: Renault Kadjar

Share Button

Un aventurero para tu día a día

Kadjar. Detrás de este curioso nombre estaba el cambio de estrategia de Renault en el segmento de los SUV compactos, el tipo de coche que más está creciendo en el mercado europeo.

Según Renault, Kadjar (nombre de una dinastía persa, combina la idea de Quad, al tiempo que introdue la letra K «como signo de robustez». Jar se asocia al verbo francés «jaillir», que significa surgir, brota… Un mobre curioso para un SUV que intenta, tímidamente, hacerse un hueco en el poblado mercado europeo de los crossover.

El SUV francés comparte hasta el 60% de sus piezas con el Nissan Qashqai, aunque sólo un 5% son visibles para el usuario. Es también más grande y habitable. En otras palabras, un rival directo de su propio hermano que ponemos a prueba en su presentación.

El Renault Kadjar 2015 mide 4,45 m de longitud, por lo que se sitúa en la gama entre el Renault Captur y el Renault Koleos (4,52 metros), que en principio continuará fabricándose. Es algo más largo que Qashqai (4,37 metros), con el que comparte plataforma modular CMF-C/D, (que también usan los Nissan Qashqai/X-Trail, Renault Espace, los futuros Mégane y Laguna).

A diferencia del Koleos, mucho más enfocado para circular por caminos, si bien tampoco es un todoterreno al uso, el Kadjar tiene una orientación más para la carretera. Eso sí, como hemos podido comprobar en esta prueba, puede circular por terrenos abruptos sin mermar la comodidad de marcha.

Tiene 18 grados de ángulo de ataque, 25 grados de salida y 19 centímetros de altura libre al suelo. Habrá versiones con tracción delantera, que incluyen un control de tracción con la función Extended Grip, que mejora la capacidad de tracción sobre determinadas superficies (el sistema que estrenó el Scénic XMOD). Va asociado necesariamente a unos neumáticos M+S). También habrá versiones con tracción total, con un mando que permite elegir entre tres modos diferentes de tracción.

Además de ser más largo que un Qashqai, el Renault Kadjar es ligeramente más ancho (1,84 metros) y alto (1,60 metros). Eso lo convierte en una de las mejores alternativas familiares del segmento. Tiene un maletero de 472 litros de capacidad, un dato muy bueno, y su piso puede colocarse a dos alturas distintas, como el Qashqai, que deja una plataforma de carga plana si se abaten los asientos traseros. En el apartado más práctico, podrá dividirse el cofre del maletero en varios compartimentos.

El interior de Renault Kadjar es sencillo en términos generales. Es bastante clásico en cuanto a composición, aunque eso no signifique que sea atractivo. De hecho, juega con la carta de la ergonomía, con un diseño sencillo en el que es fácil encontrar prácticamente todo. Excepto el control de crucero y limitador que, como buen Renault, va en la parte trasera de la consola central.

El salpicadero se diseña claramente para el conductor, sin simetría, aglutinando todos los controles en la parte central y sin caer en el exceso de introducir los mandos en la pantalla central táctil que, en nuestro caso, muestra un sistema multimedia R-Link de nueva generación con pantalla multitáctil. Su funcionamiento es intuitivo y sencillo, aunque no estaría de más que fuera colocada en una posición más alta.

La calidad general percibida está un poco por debajo de la media, incluso menor que la del megane que probamos el año pasado. Tiene material mullido en las zonas superiores y plásticos más duros en las zonas más discretas. Como detalle, el cuadro de mandos es completamente digital, lo que permite personalizar su aspecto según varios temas predeterminados y, además, cambiar el color de fondo de cada uno de ellos. Curiosas las molduras que contornean los aireadores, texturizadas, coloridas y a simple vista con aspecto de lija.

El cuadro de instrumentos también incorpora una pantalla multifunción de 7 pulgadas. En la columna central, haber empleado un freno de estacionamiento eléctrico aumenta la sensación de espacio. Renault asegura que en altura libre y en anchura al nivel de los codos el Kadjar se sitúa en las mejores cotas del segmento.

Se ha prestado atención también a los detalles prácticos. Hay también numerosos huecos en el interior, que junto con la guantera y las bolsas de las puertas suman 30 litros de capacidad. Nos gusta que el respaldo del asiento del pasajero delantero pueda abatirse horizontalmente, para así poder transportar objetos de hasta 2 metros de longitud.

El Renault Kadjar puede presumir de ser un coche muy habitable. Las plazas delanteras son amplias y cuentan con asientos cómodos con una posición erguida y elevada propia de un SUV. El pasajero, además, disfruta de un agarre en la consola central que, sumado a un detalle de diseño, le sirve para sujetarse en caso de realizar alguna escapada fuera del asfalto.

Atrás la norma es el espacio, con tres asientos, dos de ellos bien definidos. Las cotas de altura y espacio para las piernas son bastante buenas incluso para personas de gran altura, mientras que en anchura a menos que los pasajeros sean corpulentos no habrá demasiado problema. Eso sí, el asiento central no es especialmente cómodo. Para los que opten por el techo de cristal, éste no se abre de ninguna manera y resta algún centímetro para la cabeza.

El maletero obtiene una muy buena cifra, 472 litros de capacidad. Las formas son regulares y la altura de la boca de carga adecuada, aunque alta, pero se trata de un coche alto por naturaleza. El portón del maletero no tiene apertura eléctrica y, bajo el piso del maletero hay un doble fondo con una plancha que permite modular el espacio interior.

La gama mecánica se limita a una motorización de gasolina y dos diésel. La primera es el 1.2 TCe de 130 CV de potencia y en diésel los conocidos 1.5 dCi de 110 CV y 1.6 dCi de 130 CV. El pequeño de los diésel puede equipar caja de cambios automática EDC y el 1.6 está disponible con tracción delantera o 4×4.

Nosotros, en esta prueba hemos tenido la versión dCi 130 CV. El motor se muestra dócil y poco notable en cuanto a sonido en prácticamente toda situación. Las vibraciones son otro tema muy conseguido en este conjunto.

Las prestaciones para este coche son adecuadas y su funcionamiento sólo peca de una respuesta muy pobre por debajo de unas 1.700 vueltas. Casi hay que hundir el pedal para que reaccione, aunque bastará con reducir una marcha para mantener el coche vivo en su rango óptimo. Por otro lado, estirarlo más allá de unas 3.500 vueltas no es demasiado recomendable pues el motor se desinfla sólo obtenemos mayor consumo y mayor ruido.

La caja de cambios es siempre de 6 velocidades, de tacto muy agradable y preciso. La sexta marcha busca un consumo reducido a altas velocidades y convine reducir alguna marcha para realizar adelantamientos rápidos. El consumo, como suele ser habitual en estas pruebas, no es relevante pero sí indicativo. Obtuvimos una media entre 6,5 y 7 l/100 compartiendo tramos de carretera, autovía y tierra y sin mirar el ahorro de combustible.

El Renault Kadjar no es un SUV deportivo, de hecho sorprende que en la presentación ninguno de los responsables mencionara la palabra deportivo para su coche, algo muy habitual. Efectivamente el Kadjar no es un coche de talante deportivo, como debe de ser, pues busca maximizar el confort a través de unas suspensiones que filtran muy bien las irregularidades. Eso sí, no por ello es torpe o se muestra débil en carretera.

Precisamente, la mayor pega en este terreno viene de la dirección. Tiene un peso agradable y un tacto bastante directo pero no transmite ningún tipo de sentimiento ni información a las manos del conductor, lo que evita que rodemos a ritmo alto con plena confianza. En todo caso, como antes decíamos, rodar a ritmo alto en el Kadjar no es una opción acertada por planteamiento.

Es, por tanto, un coche cómodo con el que rodar sin mayores preocupaciones largas distancias. Su espacio interior y su puesta a punto hacen de él un coche muy rutero con el que, además, tenemos unas posibilidades bastante acertadas para salir del asfalto y plantearse una pequeña ruta off road.

La gama se articula en cuatro niveles de terminación:

  •  Life: El nivel de acceso incluye de serie los controles de tracción y estabilidad, sensor de presión de los neumáticos, múltiples airbags, asistente al arranque en cuestas, ABS, EBD, luces diurnas por LEDS, anclajes ISOFIX, control y limitador de velocidad, y freno de mano eléctrico.
    De serie también incluye aire acondicionado manual, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, ordenador de viaje, espejos eléctricos, sistema de sonido con MP3, Bluetooth, puerto USB…
  • Intens: Este acabado suma llantas de aleación de 17 pulgadas, asiento con regulación lumbar, climatizador automático bizona, paquete cromado exterior, faros antiniebla, sensor de aparcamiento trasero, tarjeta Renault Manos Libres y volante forrado en piel.
  • X-MOD: Ya habíamos desgranado las principales características de esta versión, diferenciada estéticamente por sus molduras plásticas, protectores de bajos, barras en el techo y cristales sobretintados que le dan un aire más campero. Cuenta con el sistema Extended Grip para mejorar la tracción en zonas de baja adherencia.
    La dotación tecnológica se completa con ayudas a la conducción como el detector de cambio de carril, el lector de señales de tráfico, cambio automático de luces automático cortas/largas y elementos prácticos como el asiento del pasajero abatible y la banqueta trasera Easy Break.
  • Zen: Incluye las ópticas Full LED, sistema de navegación R-Link con acceso a aplicaciones y cartografía europea, parasoles con iluminación, retrovisores abatibles con mando eléctrico, tapizado específico y detalles decorativos exclusivos en interior.

Además del tapizado en piel o contar con un mejor equipo de sonido, el Kadjar contará con diferentes paquetes que mejoran la dotación a precios más ventajosos que eligiéndolos por separado:

  • Pack Vision (techo panorámico + cortinilla eléctrica + espejo interior fotosensible). 537 €
  • Pack Clima (sensor de lluvia + luces + climatizados dual). 330 €
  • Pack Look (barras de techo + cristales oscurecidos). 247 €
  • Pack Easy Parking (sensores delanteros y traseros + espejos abatibles). 347 €
  • Pack Easy Parking Premium (Easy Parking + medidor lateral de espacio + detector objetos en ángulo muerto). 495 €

Como conclusiones podemos advertir que el Renault Kadjar es un coche para todo. Lo hace bien en todos los aspectos, sin destacar en deportividad, en calidad o en prestaciones todoterreno.

Sí lo hace en espacio interior y modularidad, uno de los puntos clave a la hora de la compra. El Kadjar está a la venta en España a un precio que parte de los 19.850 euros para el acabado Life con motor TCe de 130 caballos.

Share Button

Artículos relacionados